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septiembre 13, 2020

Un grupo de expertos revela las últimas investigaciones sobre los múltiples beneficios del EPA y el DHA en la nutrición médica

Un reciente artículo de expertos publicado en la revista Nutrients explora las últimas investigaciones científicas en torno a los ácidos grasos omega-3 ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) y cómo estos ingredientes pueden contribuir a mejorar la calidad de vida y los resultados clínicos en pacientes y adultos mayores.

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Una nueva investigación explora los beneficios del EPA y el DHA en el ámbito clínico
  • A medida que la población mundial envejece y aumenta la prevalencia de enfermedades no transmisibles (ENT), crece la demanda de intervenciones nutricionales adecuadas y soluciones de nutrición médica específicas que aborden las necesidades cada vez más complejas de los pacientes, mejoren los resultados y ayuden a reducir los costes sanitarios.
  • Un reciente artículo de expertos publicado en la revista Nutrients explora las últimas investigaciones científicas en torno a los ácidos grasos omega-3 ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) y cómo estos ingredientes pueden contribuir a mejorar la calidad de vida y los resultados clínicos en pacientes y adultos mayores.
  • El panel de expertos investigó los beneficios del EPA y el DHA en áreas terapéuticas y poblaciones de pacientes específicas, y debatió cómo esto inspira el desarrollo de soluciones de nutrición médica más específicas y apetecibles.
Cómo ayudan el EPA y el DHA a pacientes y personas mayores

La esperanza de vida está aumentando en todo el mundo, lo que se traduce en una mayor prevalencia de enfermedades no transmisibles (ENT) relacionadas con la edad y el estilo de vida y en un número creciente de pacientes y personas mayores  que presentan necesidades médicas complejas. Una atención nutricional óptima es esencial para estas personas , ya que contribuye a una función inmunitaria saludable, reduce las complicaciones médicas y favorece la recuperación y la independencia de los pacientes. Sin embargo, la malnutrición relacionada con la enfermedad -una afección caracterizada por una ingesta inadecuada de energía, proteínas y/o micronutrientes como consecuencia de una enfermedad o del tratamiento de una enfermedad- es frecuente en muchas afecciones clínicas y puede conducir a un peor pronóstico. Por ello, los productos de nutrición médica -como los suplementos nutricionales orales o la nutrición enteral- pueden ser necesarios para subsanar las deficiencias nutricionales de los pacientes vulnerables, proporcionándoles los mejores resultados clínicos posibles.

 Un artículo publicado recientemente en explora el creciente conjunto de pruebas científicas que relacionan la ingesta de ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA) con la salud de los pacientes y cómo estos ingredientes ayudan a las personas mayores y a los pacientes1. Con la investigación disponible, el panel de expertos llegó a la conclusión de que el suministro de suplementos nutricionales orales o fórmulas enterales y parenterales que contengan EPA y DHA puede ayudar a apoyar a una serie de poblaciones de pacientes en una variedad de áreas terapéuticas.

A continuación, destacamos las principales conclusiones y aportaciones científicas publicadas en el documento.

El EPA y el DHA presentan beneficios prometedores en varias áreas terapéuticas

La inflamación crónica suele estar presente en las personas con ENT. Por lo tanto, en el tratamiento de la enfermedad se considera adecuado apoyar la resolución de la inflamación y garantizar su correcta regulación en el organismo. Se sabe que los ácidos grasos omega-3 de cadena larga, EPA y DHA, desempeñan un papel en la salud humana y la función inmunitaria normal, siendo una de sus acciones principales reducir la inflamación y promover su resolución.1,2,3 Las investigaciones demuestran que esta amplia acción ayuda a reducir las complicaciones médicas y apoya las necesidades nutricionales de los pacientes en muchas áreas terapéuticas diferentes.4,5,6,7 En la nueva publicación, el panel de expertos identificó un papel para la nutrición con EPA y DHA en una serie de poblaciones de pacientes y afecciones médicas, incluida la salud cognitiva, la disminución de la masa muscular relacionada con la edad, el cáncer, los pacientes quirúrgicos y los pacientes en estado crítico.8,9,10 Como resultado, el suministro adecuado de ácidos grasos omega-3 de cadena larga debe considerarse un componente crítico en el tratamiento nutricional de los pacientes que presentan estas afecciones.

Resumen de la investigación: ¿cuáles son las principales áreas de aplicación del EPA y el DHA?
  • Deterioro cognitivo: A medida que las personas viven más años, el deterioro cognitivo se ha convertido en un problema de salud pública cada vez mayor, y se espera que el número de personas que viven con demencia alcance los 75 millones en 2030.12 El panel de expertos analizó que cada vez hay más pruebas que sugieren que la ingesta de EPA y DHA puede favorecer la salud cerebral e incluso ayudar a ralentizar el deterioro cognitivo, sobre todo en las primeras fases de la demencia. One study showed that omega-3 LCPUFA supplementation had a small effect on memory in non-demented older people, whereas another report showed it had an effect on executive function.13,14 Another analysis found a beneficial effect of omega-3 LCPUFA supplementation on the progression of cognitive decline at an early stage in individuals with the ApoE ε4 genotype – an important genetic risk factor for age-dependent chronic diseases, including Alzheimer’s disease.15 However, the expert panel concluded that EPA and DHA intervention is less likely to have a beneficial effect on individuals experiencing dementia that has progressed beyond the mild stage.16,17,18,19,20 This is supported by a recent meta-analysis which determined that EPA and DHA is most beneficial in patients presenting with the early stages of Alzheimer’s disease and makes individuals with mild cognitive decline the most promising targ
  • Sarcopenia: La vejez va acompañada de un número cada vez mayor de comorbilidades, así como de dificultades para conseguir una ingesta adecuada de energía y nutrientes esenciales. Esto significa que afecciones como la sarcopenia (pérdida muscular progresiva), la desnutrición y la fragilidad son a menudo comunes y se solapan en la población de edad avanzada y pueden tener un impacto negativo en la calidad de vida y la independencia.22,23 La inflamación crónica de bajo grado relacionada con la edad puede ser un factor importante que contribuye a la sarcopenia.24,25 Como tal, los efectos antiinflamatorios del EPA y el DHA pueden ser beneficiosos para ralentizar la pérdida muscular relacionada con la edad (sarcopenia).26 Además, los ácidos grasos omega-3 pueden modular la síntesis de proteínas musculares, promoviendo la fuerza y la función muscular.27 Por lo tanto, garantizar que la suplementación a largo plazo con EPA y DHA se incluya en el tratamiento nutricional de las personas mayores, en combinación con el ejercicio, es de creciente interés para la comunidad médica, ya que busca formas seguras y asequibles de ralentizar la sarcopenia.
  • Caquexia oncológica: La caquexia oncológica, un síndrome de desgaste caracterizado por la pérdida de peso, la anorexia y la debilidad física, afecta aproximadamente al 50-80% de los pacientes con cáncer y repercute negativamente en el pronóstico clínico, la eficacia del tratamiento y las tasas de mortalidad.8,29,30,31,32,33 Los mecanismos precisos de esta afección no se conocen bien, pero la inflamación sistémica crónica parece desempeñar un papel crucial en la mayoría de los pacientes.34 Dada su capacidad para mitigar la inflamación, las intervenciones con DHA y EPA en pacientes con cáncer han recibido cada vez más atención. Es importante destacar que las pruebas existentes muestran que el EPA y el DHA son seguros y bien tolerados en pacientes con cáncer.35,36 Además, hay indicios de que la suplementación con AGPICL omega-3 en combinación con un alto contenido en proteínas podría tener un efecto beneficioso en la calidad de vida de los pacientes con cáncer.37 Sin embargo, las recomendaciones actuales para su uso en pacientes con cáncer son débiles, lo que indica la necesidad de más investigación científica sobre los beneficios del EPA y el DHA en pacientes con cáncer específicamente.38
  • Pacientes quirúrgicos: La desnutrición es un grave factor de riesgo de complicaciones quirúrgicas, que conlleva estancias hospitalarias más prolongadas, una mayor vulnerabilidad a las infecciones y tasas de mortalidad más elevadas. Para prevenir las complicaciones quirúrgicas, el concepto de Mejora de la Recuperación Tras la Cirugía -conocido como ERAS- aboga por la integración de la terapia nutricional perioperatoria en el tratamiento general de los pacientes.39 Dado que la cirugía se asocia a un aumento del estrés y la inflamación en el organismo, puede ser beneficioso añadir DHA y EPA a la terapia de inmunonutrición perioperatoria, para ayudar a mitigar la inflamación excesiva y favorecer la recuperación del paciente.
¿Qué significa esto para el papel del EPA y el DHA en las soluciones innovadoras de nutrición médica? 

A pesar de los prometedores hallazgos aquí compartidos, la investigación actualmente disponible es limitada e inconsistente, debido a las variaciones en la dosificación, el momento y la duración de los suplementos, el estado nutricional basal, el estado clínico y el uso de medicación. Por ejemplo, cada vez se reconoce más que las intervenciones multimodales son más prometedoras para la terapia de la caquexia por cáncer, aunque la mayoría de las pruebas clínicas se derivan de ensayos en los que se utiliza una única terapia. Del mismo modo, es evidente que el DHA y el EPA desempeñan un papel en la inmunonutrición perioperatoria, pero más ensayos bien diseñados podrían aportar pruebas más claras de su uso y confirmar el momento y la duración óptimos. Esto subraya la necesidad de mejores estudios de intervención controlada que ayuden a definir mejor los beneficios del EPA y el DHA en grupos específicos de pacientes e inspiren el desarrollo de productos de nutrición médica más personalizados y eficaces. Además, la información continua sobre los pacientes es fundamental para educar a la comunidad de la nutrición médica sobre las últimas preferencias de los pacientes, de modo que puedan fabricar productos de nutrición médica más apetecibles y atractivos. 

Más información

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Referencias

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