En los últimos 20 años se han producido grandes cambios: Gracias al aumento de los niveles de educación en los mercados emergentes y a la mejora de las condiciones de empleo, cada vez más mujeres de todo el mundo disponen de un mayor poder adquisitivo discrecional.
En el plano macroeconómico, nuevos países, como Japón y Corea del Sur, empiezan a aparecer como modelos a seguir e influyen en los estilos de vida y los gustos en alimentación, música, moda y belleza.
Y en el plano sociodemográfico, el número de personas de 60 años o más en el mundo ha aumentado exponencialmente. Para 2030, se espera que esta cifra sea el doble que en 2000. El envejecimiento de la población es particularmente notable en Occidente, pero en el otro extremo del espectro, los Millennials (nacidos después de 1980) constituyen ahora la mayor proporción de la población en algunos países.
Afirmar que la menopausia es un tabú se ha convertido en un tabú en sí mismo. El mundo del cuidado personal ha sido testigo de un cambio de conciencia que se centra en el bienestar holístico, la atención plena y la celebración de la verdadera individualidad. No importa la raza, el sexo, la identidad o la edad.
Para más del 50% de los usuarios del cuidado de la piel, la palabra "antienvejecimiento" tiene connotaciones negativas*, por lo que no es de extrañar que la narrativa del cuidado de la piel se haya desplazado hacia el "buen envejecimiento": maximizar la salud y el potencial de la piel a cualquier edad.
Desde hace algún tiempo, en el mercado se reconoce cada vez más la importancia de crear productos que acojan y celebren a los consumidores con cabello texturizado.
