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mayo 8, 2024
Todos sabemos que la buena salud y la nutrición son importantes. Pero son especialmente importantes durante los primeros años de la infancia, ya que la vida temprana sienta las bases para un crecimiento y desarrollo sanos, ayudando al organismo a prosperar desde el principio.
¿Sabía que en nuestro intestino y otras partes del cuerpo habitan billones de bacterias que desempeñan un papel fundamental en nuestra salud general?
En la edad adulta, albergamos entre 500 y 1.000 especies de bacterias intestinales, que combaten las infecciones, digieren los alimentos y metabolizan los nutrientes. Estas bacterias también interactúan con el sistema nervioso central para influir en nuestro estado de ánimo y nuestra salud cognitiva. En otras palabras, pueden influir no sólo en cómo nos sentimos, sino también en cómo pensamos, aprendemos y recordamos.
Los cimientos de esa vasta colección de bacterias se establecen a la edad de tres años. Por lo tanto, el periodo comprendido entre el nacimiento y los tres años es importante para el organismo.
Desarrollo óptimo del microbioma
Los lactantes empiezan a recibir microbios beneficiosos desde que nacen. Estos pequeños ayudantes enseñan al sistema inmunitario del lactante los secretos de la vida, ayudando a su organismo a aprender lo que es nocivo y lo que no lo es.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la leche materna es la mejor fuente de nutrición y la forma más eficaz de que los lactantes desarrollen microbiomas sanos en los primeros años de vida. Contiene compuestos denominados oligosacáridos de la leche humana (HMO), que proporcionan alimento a bacterias beneficiosas clave.
Pero la abundancia de bacterias beneficiosas en el intestino del lactante puede verse influida por muchos factores, como la exposición a antibióticos, el tipo de parto, la nutrición materna y el modo de alimentación del bebé. Y a veces, la lactancia materna puede no ser una opción o son necesarios los antibióticos. En estos casos, los sinbióticos sinérgicos pueden ofrecer una solución beneficiosa.
Soluciones y alternativas innovadoras en favor de la salud infantil
Los simbióticos sinérgicos son combinaciones especiales de prebióticos y probióticos que actúan conjuntamente para favorecer un intestino sano. Los prebióticos son el alimento de las bacterias beneficiosas, y los probióticos son las propias bacterias buenas. Cuando se combinan, potencian mutuamente sus beneficios, ayudando a mantener el intestino equilibrado y sano.
dsm-firmenich y Lallemand Health Solutions colaboran en la elaboración de mezclas especiales denominadas soluciones sinérgicas sinbióticas.
Combinando los HMO de dsm-firmenich y los probióticos de Lallemand, estas soluciones aportarán potenciales beneficios sinérgicos que favorecerán la salud y el desarrollo del lactante. Su objetivo es favorecer un establecimiento del microbioma más próximo al de los lactantes sanos alimentados con leche materna.
"Nuestra asociación con Lallemand Health Solutions marca un hito importante en el mercado de la nutrición en los primeros años de vida con el desarrollo de soluciones sinbióticas revolucionarias que pretenden reducir la diferencia de resultados entre los lactantes amamantados y los no amamantados cuando la lactancia materna no es posible."
- James Young, Vicepresidente de Early Life Nutrition en dsm-firmenich.
Consejos para mantener la salud del microbioma
La salud del microbioma es crucial, no sólo en los primeros años de vida, sino para personas de todas las edades. He aquí algunos consejos para ayudar a todos a mejorar la salud de su microbioma:
- Nutrición
Para los niños mayores y los adultos que desean tener un microbioma sano, hay que centrarse en una dieta equilibrada rica en fibra procedente de frutas, verduras y cereales integrales. Incorpora alimentos fermentados como el yogur para potenciar los probióticos beneficiosos para la salud intestinal.
- Actividad física
Mantenerse activo durante toda la semana no sólo es bueno para la salud física, sino también para el microbioma.
Sentar las bases de la salud para toda la vida
Centrarse en la salud del microbioma en los primeros años sienta las bases para el bienestar a lo largo de toda la vida. Si fomentamos un intestino sano desde el principio, podemos favorecer la salud y el desarrollo general del niño a medida que crece.
Las soluciones innovadoras, como los productos simbióticos, ofrecen una manera prometedora de optimizar la salud del microbioma, reduciendo la brecha en los resultados de salud entre los lactantes amamantados y no amamantados para un futuro más saludable.