Lucha contra la malaria con el poder de la perfumería

¿Sabías que los mosquitos son una nariz voladora?

Así es, los mosquitos utilizan su sentido del olfato para elegir objetivos y, por lo que a ellos respecta, los humanos huelen como una deliciosa comida. Como empresa comprometida con hacer realidad el progreso, ¿qué podemos hacer para mantener alejadas a estas molestas plagas?

El estado actual de la protección

En la actualidad, las personas pueden repeler a los mosquitos -y reducir las probabilidades de contraer enfermedades graves como la malaria- utilizando un insecticida en aerosol como el DEET o añadiendo permetrina a la ropa.

Pero para obtener una protección duradera, hay que añadir otro paso a la rutina, lo que no resulta práctico ni asequible para muchas personas en todo el mundo.

Por eso participamos en un proyecto de investigación conjunto con la Fundación Bill & Melinda Gates.

El proyecto en pocas palabras

El objetivo de este proyecto de investigación de tres años es añadir aromas repelentes de mosquitos a objetos domésticos cotidianos. La idea es proporcionar a la gente un "efecto halo" de protección, una barrera duradera que complemente las medidas antimosquitos ya disponibles.

Actualmente nos centramos en el jabón en pastilla y el detergente en polvo, ya que es donde nuestros principios de diseño centrado en el ser humano pueden tener mayor impacto. Pero existe la posibilidad de que también añadamos aromas a la loción corporal y a la crema corporal.

Pero el diseño centrado en el ser humano no se limita a la comodidad. Los productos finales también tienen que oler muy bien. Y en eso estamos trabajando ahora. Nuestros expertos en formulación de productos y perfumistas buscan actualmente formas de hacer que los aromas que repelen a los mosquitos duren todo el día.

El futuro de la protección contra la malaria

Aunque este proyecto es todo un reto, estamos seguros de que encontraremos la manera de mejorar el acceso a la protección contra los mosquitos sin que la gente tenga que hacer más trabajo ni gastar más dinero.

Si no perdemos de vista la asequibilidad y seguimos aprovechando nuestra inmensa capacidad científica y de investigación, juntos podremos hacer realidad el progreso para miles de millones de personas en todo el mundo, y acabar con el animal más mortífero del mundo.