Apoyar la adaptación al cambio climático

Publicado 25 oct 2018

A medida que se intensifiquen los riesgos derivados del calentamiento del planeta, también lo harán las consecuencias para las personas y el medio ambiente: desde interrupciones en el suministro de agua, alimentos y energía, hasta daños y pérdidas causados por la subida del nivel del mar y fenómenos meteorológicos extremos. Mientras DSM se compromete activamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en para combatir la causa del problema, los efectos adversos del cambio de los patrones climáticos se están manifestando. En resumen, tenemos la responsabilidad de actuar: no sólo en la "mitigación climática" (reducir y estabilizar los gases de efecto invernadero), sino también en la "adaptación climática" (mejorar la capacidad de la sociedad para adaptarse a los efectos del clima).

Las condiciones meteorológicas extremas, como inundaciones, lluvias torrenciales, sequías y tormentas, aumentarán en las próximas décadas, exponiendo a los más vulnerables a un riesgo extremo. Como tal, el cambio climático puede poner en peligro los avances en varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible .

En 2015, el Banco Mundial publicó un estudio en en el que se advertía de que, si no se controlaban, las alteraciones climáticas podrían sumir en la pobreza a más de 100 millones de personas de aquí a 2030. En 2016, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estimó que el coste de la adaptación al cambio climático en los países en desarrollo podría ascender a entre 280.000 y 500.000 millones de dólares anuales de aquí a 2050. Por último, un estudio de 2017 del Programa Mundial de Alimentos prevé que el número de niños desnutridos aumente en 24 millones en 2050 como consecuencia directa del cambio climático.

Tenemos soluciones y esfuerzos destinados a apoyar a las sociedades -tanto del mundo desarrollado como del mundo en desarrollo- para que se adapten a los efectos adversos del cambio climático:

Si no se abordan, el Programa Mundial de Alimentos advierte de que los riesgos climáticos agravarán la desnutrición y el hambre.

El equipo de Mejora de la Nutrición de DSM y el Programa de Nutrición en Mercados Emergentes lideran el desarrollo de productos innovadores que ayudan a combatir la desnutrición. Colaboramos (entre otros) con el Programa Mundial de Alimentos para suministrar productos que ayudan a los más vulnerables, como micronutrientes en polvo, Supercereal+ y arroz enriquecido.

La contaminación atmosférica ya está afectando a la salud pública y es un problema que empeorará a medida que sigan aumentando las temperaturas.

Combinaciones específicas de vitaminas , ácidos grasos omega-3 y otros ingredientes nutricionales pueden reforzar el sistema inmunitario; contrarrestar los efectos adversos sobre la presión arterial y las infecciones respiratorias como el asma; actuar como antioxidantes y mejorar la salud cardiovascular y el sistema inmunitario. Seguimos estudiando en el potencial adicional de los ingredientes nutricionales para contrarrestar los efectos adversos de la contaminación atmosférica sobre la salud.

Con temperaturas más altas, serán necesarias medidas adicionales para evitar la pérdida de alimentos en la producción agrícola.

La propagación de mohos en la fruta empeorará a medida que las temperaturas suban gradualmente. DSM ha desarrollado una solución para evitar el deterioro prematuro de las frutas tras su recolección, junto con nuestro socio Pace International. Esta solución es el primer agente de biocontrol de origen natural para la industria frutícola de poscosecha.

DSM y Syngenta han unido sus fuerzas en una asociación de I+D&para desarrollar soluciones agrícolas basadas en microbios, incluidos biocontroles, bioplaguicidas y bioestimulantes. Las empresas pretenden comercializar conjuntamente soluciones a partir de su plataforma de descubrimiento. El objetivo de la colaboración es acelerar el suministro de un amplio espectro de productos basados en microorganismos naturales para su aplicación antes y después de la cosecha en todo el mundo. Estos organismos pueden proteger los cultivos de plagas y enfermedades, combatir la resistencia y aumentar la productividad y fertilidad de las plantas.

Varias crisis humanitarias fueron desencadenadas -en gran medida- por fenómenos meteorológicos extremos como tormentas, inundaciones y sequías. Con el cambio climático, estas crisis serán más frecuentes e intensas.

En 2017, DSM respondió a las sequías extremas en Sudán del Sur, el norte de Nigeria, Somalia y Yemen con una campaña internacional de donaciones en la que los donativos de los empleados al programa de ayuda de emergencia del PMA fueron duplicados por DSM.